Desde tiempos remotos la humanidad ha buscado los lugares más exóticos, los que atraen a los aventureros más intrépidos y que despiertan la curiosidad del mundo entero. Cada región, ciudad, país, contiene su propia fascinación y su propia magia, pero hay algunos lugares que destacan entre miles de destinos. Entre los más populares, se encuentra uno al que los turistas no dejan de visitar: La Torre Eiffel de París, Francia.
Ubicada en el lado oeste de la ciudad, esta impresionante torre, construida en el año 1889, ejemplifica el pasado histórico de París, fundado por el rey francés Clodoveo I en el año 508. Luego de varias restauraciones desde entonces, La Torre Eiffel sigue siendo el lugar favorito e icónico para los viajeros.
Esta torre, de hierro forjado y casi 320 metros de altura, también ofrece a sus visitantes la experiencia de disfrutar de una vista única de París y sus alrededores. El turista puede admirar edificios históricos desde las alturas, así como los famosos monumentos y parques, como el Arco del Triunfo y el famoso Louvre.
A pesar de los cambios que han ocurrido desde que se construyó en el siglo XIX, La Torre Eiffel sigue siendo el lugar más famoso del mundo. Se espera que sea un destino preciso para los turistas de todas partes del mundo, durante muchos años más.