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Quédese en su sitio. Gozar. Gozar. Relajarse. ¡Acá hay una receta prodigiosa para aprovechar una escapada de fin de semana cerca de la ciudad de Montreal! ¿Está buscando el sitio idóneo para relajarse a lo largo de las vacaciones, para pasar sus próximas vacaciones o bien sencillamente para unas vacaciones no lejísimos de casa? ¡Tengo lo que precisas! Haz como y escápate al Fairmont Château Laurier en el corazón de Ottawa. No solo es un genial alojamiento en la capital, sino más bien asimismo un sitio idóneo para relajarse y degustar la dulce ociosidad a lo largo de unos días a lo largo de su próximo viaje a Canadá o bien viaje a Quebec.
Té inglés en Château Laurier
El sol desciende de manera lenta sobre la edificación del Senado, una vieja estación de ferrocarril de Union, proyectando una luz naranja a nuestro alrededor. Merced a los rebosantes ventanales de Zoe’s en la planta baja del hotel, podemos gozar del espectáculo de la urbe que pasa a lo largo de nuestra sesión de té , asimismo conocido como té de la tarde o bien té inglés. Sí, sí, bien sabes, ¿el piscolabis inglés con los emparedados pas-de-crûtes y los bollos? Me chifla la hora del té (¿recuerdas mi experiencia en Uplands?), ¡Con lo que debimos probar esta actividad indispensable a lo largo de nuestro viaje a Ottawa!
En una decoración elegante en tonos grises y blancos, como en un dorado refulgente, la hora del té en el Château Laurier se pasa bajo el signo de la glotonería. Una bandeja de 3 niveles llena de buenas cosas salobres y dulces se sienta en el centro de la mesa, en tanto que su mayor problema va a ser seleccionar su preferido entre los veintiuno géneros de tés.
El menú sibarita cambia 4 veces al año; el té de vacaciones que tomamos consistía en soufflés de pavo, mini bagels de salmón, quiches, rollos de huevo y emparedados de rosbif. Para los golosos, brownies de bastón de caramelo y caramelo, leños de mandarina y pan de jengibre, pasteles de frutas modernos, macarrones con vino caliente y tartas de casquillo, vainilla y castañas, crush, grosellas negras, vainilla y castañas. ¡Unas horas de puro deleite, sorbiendo suavemente nuestro té, charlando con los convidados en la mesa de al lado, viendo pasar a Ottawa! ¡Una visita obligada en Ottawa, tanto si duermes en el Chateau Laurier tal y como si no!
Información práctica para el té inglés en Zoe’s
- El lounge bar lleva el nombre de la esposa de Sir Wilfried Laurier, Lady Zoe.
- Menú aquí: piscolabis para compartir, platos pequeños, carta de cócteles.
- $ cincuenta y ocho por persona, $ sesenta y cinco los fines de semana.
- Una versión para pequeños está libre por $ 29/32, con una galleta de azúcar para pintar a lo largo de el alimento.
Vaya por un fin de semana al Château Laurier en Ottawa para relajarse
- Amor, ¿qué deseas hacer el día de hoy?
- ¿Tu nada?
- Nada.
- Súper.
En pocas oraciones, el resumen de nuestra escapada romántica, mas asimismo de su razón de ser. Hagamos cuanto queramos, cuando deseemos, sin las molestias de la época navideña, las prisas de las cenas familiares, etc. Deseábamos pasar unos días a lo largo del fin de semana cerca de la ciudad de Montreal (Ottawa está a dos horas de la metrópolis), en un alojamiento donde no deberíamos salir, correr o bien preguntarnos mil veces «¿qué hacemos?». «.
Dormí en el Fairmont Chateau Laurier en mi estancia precedente en Ottawa ( Ottawa en invierno: ¡un fin de semana atareado! ), Mas no tuve tiempo para gozarlo, sencillamente durmiendo allá. Por consiguiente, era apropiado para continuar allá en vacaciones en casa modo de querer absolutamente que al continuar allá a lo largo de dos noches entre Navidad y Año Nuevo!
¿Qué hacer en el hotel Château Laurier?
Árboles de esperanza
Esta temporada navideña, el enorme vestíbulo está repleto de Trees of Hope, treinta y cinco grandes árboles de Navidad decorados con el tema del solsticio hiemal para colectar fondos para el centro de salud infantil local. Los admiramos uno a uno con cada pasaje en la planta baja, entonces nos dirigimos a la piscina en el sótano.
Gimnasio y piscina art deco
La entrada al Health Club del hotel se halla sobre la piscina, en exactamente el mismo piso que las galerías con parapetos de latón donde se hallan los sillones. Allá nos instalamos para admirar los lugares tras nadar. Honestamente, tiene esta piscina con su estilo Art Deco, mármol rosa y verde, latón e inclusive la fuente en la pared trasera. ¡Suficiente para pasar horas buceando, nadando y leyendo ciertos pasajes de un buen libro en el calor húmedo!
Salón-salón Fairmont Gold
Tuvimos la fortuna de dormir en una habitación de categoría Fairmont Gold. En verdad, los huéspedes de Fairmont Gold están en su derecho a un mostrador de recepción singular en el cuarto piso y acceso a una sala de estar privada. Pasamos bastante tiempo allá jugando a las cartas, cribando, leyendo nuestros libros y sencillamente charlando como en la sala de estar de casa.
Por la mañana, se sirve el desayuno continental para los huéspedes y todas y cada una de las noches se sirve un bufé de piscolabis y canapés a lo largo de los días cinco a siete. ¡Salmón, gambas, brochetas, alondra! Asimismo hay bebidas ilimitadas, tés, cafés y un bar de honor .
Me encanta pasar tiempo en el hotel, relajarme en la habitación, leer o bien tomar una siesta, mas en algún instante es entretenido salir y el vestíbulo del hotel no siempre y en todo momento es conveniente para pasar bastante tiempo. Por consiguiente, el salón Fairmont Gold es ideal para estancias en las que no desea salir.
¿Dónde comer en el Fairmont Château Laurier?
Además de Zoe’s, el Fairmont Château Laurier ofrece el restorán Wilfrid’s, asimismo en la planta baja del hotel. El menú del establecimiento está compuesto por especialidades regionales, tradicionales de la cocina canadiense. Comimos allá realmente bien de noche, una amalgama de tierra y mar: pan y mantequilla con pan brioche, vieiras fritas con alteraciones de maíz (palomitas, puré, a la plancha, etc.), foie gras con arándanos, lubina de marisco. con puré de chirivías y ensalada de peras y costillitas de ternera a la brasa. La vista de las construcciones del Parlamento y las esclusas del canal Rideau va a ser todavía más preciosa en el momento en que se completen las renovaciones en la colina.
Si busca otros lugares para comer en Ottawa: ¿Dónde comer en Ottawa? Mis buenas direcciones en la capital de Canadá
Un poco de historia sobre el Fairmont Château Laurier
¿Te suena el nombre de Converses Melville Hays? Fue gerente general del Grand Trunk Pacific Railway de Canadá, que se transformó en el Canadian National, o bien CN, el tren de Canadá. Para respaldar a la red, el magnate deseaba estrenar una cadena de hoteles, incluyendo el conocido Château Laurier en Ottawa. El alojamiento estaba programado para abrir en el mes de abril de mil novecientos doce, mas Hays, que retornaba de un viaje a Inglaterra, murió en el RMS Titanic unos días ya antes. Ciertos afirman que ha estado hechizado por el hotel desde… ¡mas no lo he visto! 🙂
Por lo tanto, el acontecimiento oficial se postergó para junio de mil novecientos doce, en presencia de Sir Wilfrid Laurier, séptimo primer ministro de Canadá. El costo final del hotel es de $ dos millones, una suma astronómica para la temporada. Para dormir allá, los clientes del servicio debían abonar desde $ dos por pernoctación… Los tiempos cambian, ¿no es de esta manera?
Más tarde, Yousuf Karsh, un fotógrafo con renombre, que se festeja el seis ° piso del castillo. Ciertos de sus conocidos retratos se pueden hallar el día de hoy en la sala de estar como en la suite conmemorativa a su nombre.
Mi resolución sobre el mítico hotel
El Fairmont Château Laurier, como el Château Frontenac, el Manoir Richelieu, el Château Lake Louise, el Château Montebello, el Queen Elizabeth y otros muchos establecimientos de este género, no es solo un hotel para alojarse en Ottawa.
¿Qué me atrae de este género de alojamiento? La historia… Paseando por sus corredores, pensando en los que allá desfilaron ya antes que , pensando en los temas que allá pasaban, en los grandes nombres que vivieron instantes recordables en el lobby o bien en sus habitaciones.
Es cierto que este no es el hotel más económico de Ottawa, la gente viene acá primordialmente para una circunstancia especial, para vivir una experiencia completa. La gente viene acá para quedarse, absorber el entorno, tomar el té en Zoe’s, cenar en Wilfrid’s con vistas al parlamento, nadar en la piscina de temporada, toparnos en el corazón del centro de la capital, a la vera de las esclusas del Rideau Canal y el National Arts Center, a unos pasos del Byward Market …
Las habitaciones renovadas son realmente bonitas y están pertrechadas con todas y cada una de las comodidades. La zona Fairmont Gold ofrece una ventaja auxiliar y el servicio es impecable. Si desea darse un capricho a lo largo de un fin de semana en Ottawa, este es el sitio para quedarse. ¿Busca ideas para excursiones de un día en Canadá, estadías cerca de la ciudad de Montreal o bien aun diferentes escapadas o bien viajes por carretera? Creo que este artículo indudablemente te ha inspirado en tu próxima estancia de una noche. En todo caso, ¡vuelvo descansado, renovado y encantado!