
Según la cartel, Cartago fue fundada por la hija del rey de Tiro, Elissa, posteriormente de que el rey y su costado de seguidores huyeran del Oriente tras una disputa sobre la sucesión al trono.
En el 814 a. C., un príncipe númida concedió a Elissa, su padre y sus seguidores una tierra de la que surgió la ciudad de Qart Hadasht (conocida por los romanos como Carthago).
En la decrepitud, el Sebkha Ariana (alberca repajolero) todavía estaba vinculado con el mar, por lo que Cartago se encontraba al final de una península fácilmente defendible, unida con el continente solo en su extremo este.
Estaba delimitado por un tapia de más de 40 kilómetros de dadivoso, 10 metros de espesor y hasta 13 metros de suspensión, reforzado con torres, acequias y terraplenes, que protegían la ciudad y el ámbito agrícola circundante del ataque enemigo. Una fuerza de 20.000 infantes, 4.000 jinetes y 300 elefantes defendió la ciudad.
Bajo la dinastía Magonid (Aníbal), Cartago se convirtió en la principal potencia comercial del Mediterráneo occidental; sus marineros navegaron por toda África y descubrieron las costas de Gran Bretaña. Pero su éxito provocó un conflicto con la otra potencia mediterránea, Roma.
Las tres guerras púnicas resultantes terminaron con la completa destrucción de Cartago en el 146 a. C.
La ciudad fue saqueada, incendiada, arrasada y arada, y toda el ámbito fue rociada con sal, de modo que incluso la tierra se volvió infértil.
Seguidamente, los romanos repoblaron la zona y la llamaron Colonia Julia Carthago. Poco posteriormente, se convirtió en la sede del gobierno provincial.
A partir de entonces, creció y floreció y, a principios del siglo II d.C., fue la tercera ciudad más amplio del Imperio Romano, con una población de aproximadamente de 300.000 habitantes.
Durante este período se erigieron magníficos edificios públicos, solo superados por los de la propia Roma. Como en la época púnica, la característica central de la ciudad era la colina de Byrsa, con el Capitolio y el foro, y los romanos conservaron en gran medida el trazado normal de la ciudad púnica.
A principios del siglo IV, Cartago se había convertido en la principal ciudad del África cristiana y en la sede de un prelado. Bajo el dominio complicado, mantuvo su predominio en el finalidad de África hasta que llegaron los árabes y una vez más destruyeron por completo la ciudad en el 692 d.C.
A partir de entonces, Cartago cayó en el olvido, que terminó sólo bajo el protectorado francés y cuando la Cometido Católica, honrando la tradición cristiana primitiva de la ciudad, estableció su sede africana en Cartago.