Índice
El río con mayor caudal (el Amazonas), la cadena montañosa más larga (los Andes), el desierto más seco (el Atacama), la capital más alta (La Paz, en Bolivia)… Récords mundiales que dan ganas de ir y Comprueba tú mismo la capacidad cautivadora de este impresionante continente. Once caminos a seguir en busca de inspiración.
- Las salinas de Maras (Perú)
- Chile
- El Pantanal (Brasil)
- El Salar de Uyuni (Bolivia)
- La selva amazónica
- Parque Natural Tayrona (Colombia)
- Cataratas del Iguazú (Brasil/Argentina)
- Uruguay
- Los Andes (Perú/Bolivia/Chile)
- Machu Picchu (Perú)
- Patagonia (Argentina/Chile)
1
Las salinas de Maras
Perú
En el corazón de los Andes peruanos, en las alturas del Valle Sagrado, emerge un extraño paisaje blanco en forma de panal: las salinas de Maras desafían las leyes de la naturaleza. Aferradas a las laderas de las montañas, estas miles de cuencas, explotadas por los incas, abastecieron de sal a todo el Perú hacia el siglo II.mi milenio antes de Cristo Aún en actividad, estas minas de sal constituyen una maravilla de ingenio y un ejemplo entre muchos otros del legado transmitido por la civilización inca.
Pía Riverola
2
(Sobrenatural
Chile
En este súper país con una geografía loca, los paisajes son surrealistas, desiertos áridos, lagos XXL, volcanes solemnes, glaciares agrietados y picos patagónicos. Tierra de leyendas, Chile nunca deja de obsesionar a los viajeros, desde conquistadores sedientos de riqueza hasta exploradores ávidos de espacios abiertos. Esta fina cinta pegada al Pacífico se despliega, como un largo poema, un Eldorado de la libertad.
Alix Pardo
3
Región del Pantanal
Brasil
Adéntrese en lo más primitivo de Brasil, en su naturaleza virgen, donde el hombre logró permanecer en su lugar. Extendido por las inmensas llanuras de Mato Grosso do Sul, el Pantanal es uno de los parques naturales más grandes del mundo. La temporada de lluvias, de octubre a marzo, facilita los viajes en barco. La estación seca, de abril a septiembre, es perfecta para observar animales: aves, reptiles y mamíferos raros como el jaguar, el ciervo de los pantanos o el mono aullador negro.
Pía Riverola
4
Salar de Uyuni
bolivia
El altiplano boliviano alberga multitud de lagos y lagunas de agua salina, preciosos nichos ecológicos hoy amenazados por el calentamiento global y la evaporación del agua. Algunos de estos espacios se han transformado por completo en desiertos de sal, como el famoso Salar de Uyuni. Otros ofrecen una paleta fascinante en sus aguas rodeadas de bancos de sal: azul turquesa, blanco lechoso, rosa incandescente. Tantos espejos límpidos que reflejan el azul del cielo, en un reino de pureza.
Kevin Faingnaert
5
selva amazónica
¡Qué experiencia tan intensa una inmersión en el corazón del selva Amazónico. Éste se divide en dos elementos estéticamente complementarios: por un lado el exuberante bosque primario, cuya clorofila tiene pocos iguales en el mundo; por el otro, las misteriosas aguas del río Napo que serpentea por el Amazonas. Del profundo esmeralda de las hojas de los árboles destacan algunos toques de color: el verde neón de un loro, el rojo de la tierra, el óxido de una mariposa, el malva de una flor silvestre.
Matt Irlanda/stock.adobe.com
6
Parque Natural Tayrona
Colombia
Cuando los Andes son austeros y grandiosos, la costa caribeña parece suave, acogedora, chispeante y musical. Entre tierra y mar, el Parque Tayrona protege la zona costera de la Sierra Nevada de Santa Marta. En el lado de la selva, el dosel sube hasta treinta o incluso cuarenta metros. El mono aullador del cabo es el animador sonoro número uno. Los pájaros muestran una paleta cromática brillante. En horas de la mañana se puede cruzar con un tapir furtivo, una nutria, una corzo colorada.
Faustina Poidevin
7
Cataratas del Iguazú
Argentina/Brasil
Por sus dimensiones, su fuerza y su ubicación en medio de la selva, las Cataratas del Iguazú se encuentran entre las más espectaculares del mundo. Su nombre, “Gran Agua” en lengua guaraní amerindia, suena casi a eufemismo. Esta maravilla natural declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO está formada por una batería de cascadas que fluyen con un gran estruendo húmedo, a un ritmo de seis millones de litros por segundo. Impresionantes desde el aire, las cataratas también son accesibles por tierra: se han establecido rutas de visita tanto en el lado argentino como en el brasileño.
Galyna Andrushko
8
Pequeño país, grandes espacios
Uruguay
Atrapado entre gigantes vecinos con un temperamento feroz, Uruguay parece ser un sabio relajado. Influenciado por una herencia europea renaciente en arquitectura y gastronomía, este país en miniatura concentra toda la cultura latinoamericana. un alma de gaucho criado en mate y montando en el pampa para reunir su rebaño –aquí hay cuatro vacas por cada habitante– antes de incorporarse a la estancia. Un país de bolsillo, sin duda, pero donde los espacios a veces parecen más grandes que en otros lugares.
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9
epopeya andina
Perú/Bolivia/Chile
No podemos imaginar paisajes más disímiles que las montañas de Machu Picchu y el desierto de sal de Uyuni. Se oponen entre sí como la vertical y la horizontal. Sin embargo, pertenecen al mismo grupo andino, donde se encuentran los altos incas, los desiertos de gran altitud, los flamencos y las vírgenes. Un viaje tres en uno, de Perú a Chile, pasando por Bolivia, revela todo el esplendor y la diversidad de la naturaleza épica. También muestra hasta qué punto los indios lo saben desde hace mucho tiempo y con qué ingenio se han asentado allí.
Pía Riverola
10
Tándem todo terreno
Perú/Ecuador
Estas dos piezas clave del rompecabezas andino tienen en común enormes paisajes y civilizaciones eternas. Naturaleza y cultura no son irreconciliables en suelo indio, sino todo lo contrario. Ir de una a otra, y de Perú a Ecuador, es ver pasar toda la majestuosidad de América del Sur: a pie por las capitales históricas, en tren atravesando las montañas hasta la ciudadela de Machu Picchu, en barco por los espesos bosques del Amazonas o por la ventanilla del avión que sobrevuela el archipiélago de Galápagos.
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11
En el borde de América
Patagonia chilena y argentina
Chile y Argentina muestran personalidades fascinantes, aunque diferentes a ambos lados de la Cordillera de los Andes. Pero encontramos en la Patagonia chilena y argentina esta misma humildad conmovedora, específica de quienes entran en contacto con la naturaleza a diario. Embarcarse hacia la Patagonia significa vender el alma a las bellezas del lejano Sur, decir sí a un viaje del que se regresa cambiado, más rico y más respetuoso al mismo tiempo. Un viaje inolvidable y único. Quizás el viaje de su vida.
Alix Pardo
Foto de portada
KEVIN FAINGNAERT