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Es posible que la costa ribereña de Uruguay no esté llena de palmeras y aguas turquesas, mas todavía hallará muchas dunas de arena suave y ondulada y destinos de playa únicos en este pequeño país de Sudamérica.
Debido a que Uruguay no es conocido como un destino de playa, y en su mayor parte solo recibe turismo de países vecinos, jamás está verdaderamente superpoblado y la costa se ha mantenido limpia y no sobredesarrollada.
Desde las exclusivas playas de Punta del Este hasta áreas recónditas como Cabo Polonio, donde seguramente solo compartirás la arena con las focas, Uruguay tiene muchas opciones para los amantes de la playa. Acá está nuestra lista de las mejores playas de Uruguay.
Nota: Posiblemente ciertas empresas estén cerradas provisionalmente debido a inconvenientes recientes de salud y seguridad a nivel del mundo.
1. Punta del Este
Punta del Este es la zona ribereña más animada de Uruguay, el sitio al que asisten modelos, actores y cualquiera que sea remotamente renombrado en verano.
La playa Brava , tal vez la más conocida de las playas acá, se extiende durante más de 8 quilómetros y ofrece muchos lugares para arrendar equipos para surfear y remar , y lugares para comer y tomar. Asimismo se pueden arrendar tumbonas y sombrillas, mas llegue temprano en el día para tener la esperanza de lograr una; las cosas se llenan velozmente a lo largo de los días calurosos.
Hacia el extremo sur de la playa, hallarás La Mano , una estatua gigante de una mano que semeja salir de la arena y un renombrado sitio para tomar fotografías. Siga caminando y se hallará con altas dunas de arena, donde va a ver adolescentes practicando sandboard .
La otra playa conocida de Punta, Playa Mansa (que se traduce más o menos como “playa domesticada”) no tiene olas, hay menos multitudes y ciertas puestas de sol más pasmantes que hallarás en Uruguay . Asimismo tiene una preciosa pasarela larga llena de cafés, tiendas y lugares para sentarse a comer algo con vista al océano.
Alojamiento: dónde alojarse en Punta del Este
2. Pocitos
El exclusivo distrito de Pocitos es tal vez mejor conocido por su preciosa playa, que se halla en las riberas del Río de la Plata, y por la Rambla , un largo boulevard de pasarelas bordeado de edificios de pisos, hoteles, cafés y restoranes. Pocitos se halla en una genial localización para un simple acceso a otros entretenimientos, incluidos museos, galerías, parques y atracciones.
La playa de Pocitos es sede de múltiples torneos a lo largo del año, entre aquéllos que resaltan las competencias de futbol playa, voleibol y natación, mas asimismo carreras y acontecimientos náuticos.
Durante todo el verano, Pocitos es una de las playas más queridas y frecuentadas del país , donde puedes tomar el sol, gozar de la arena dorada e inclusive añadir una visita al Museo Naval de Montevideo, justo del otro lado de la playa.
3. Playa del Rivero
Una pequeña bahía en el pueblo de Punta del Demonio (Devil’s Point), Playa del Rivero es sosegada y poco desarrollada, con olas idóneas para surfear a lo largo de todo el año (si bien tenga presente que los inviernos son fríos en Uruguay, con lo que venga preparado).
Esta es una playa familiar agradable y limpia, idónea para hacer deportes acuáticos y nadar (hay salvavidas de guarda a lo largo del verano) o bien sencillamente para relajarse en las chozas frente al mar que venden comida y bebidas. Aun podría tener la fortuna de ver ciertas ballenas o bien delfines en el agua .
Cruza las rocas al final de la playa y vas a entrar en los terrenos del Parque Nacional Santa Teresa , que cubre tres,000 hectáreas y ofrece bosques, muchos quilómetros de senderos para caminatas , sus pequeñas playas escondidas , campamentos e inclusive un invernadero gigante. y las ruinas de un fuerte del siglo XVIII.
El pueblo de Punta del Demonio ofrece una conocida feria de artesanías por las noches.
4. Piriápolis
La urbe de Piriápolis fue una vez el sitio de veraneo más popular de Uruguay, mucho antes que Punta del Este se transformara en el destino de tendencia para los amantes del sol.
Piriapolist es el hogar de más de veinticinco quilómetros de costa , con muchos pequeños tramos de playa sin nombre interrumpidos por rocas y suaves colinas que medran en la distancia. Las playas están limpias y pueden estar muy frecuentadas a lo largo del verano, cuando llegan turistas de Argentina y de todo Uruguay para gozar de la arena.
Un largo camino corre durante la playa, donde los visitantes pueden trotar, caminar en bici o bien sencillamente detenerse para tomar un café veloz o bien un refrigerio. Piriápolis debe ver con el turismo, y el área durante la playa se ha desarrollado para ofrecer hoteles de gama alta, restoranes y muchas áreas verdes.
Para conseguir la mejor vista panorámica de la costa y el océano, súbase al telesilla que va a la iglesia de San Antonio, justo en la cima de una colina. El Cerro Pan de Azúcar (Cerro Pan de Azúcar) está en las afueras de la urbe y está rodeado por una reserva natural; si está dispuesto para el reto de escalar la colina empinada, va a ser retribuido con vistas más increíbles.
Alojamiento: dónde alojarse en Piriápolis
5. Cabo Polonio
Si su idea de la playa perfecta es “lo más apartada posible”, Cabo Polonio es el sitio para . Cabo Polonio, una pequeña aldea sin carreteras que entren o bien salgan de ella, solo se puede llegar mediante una travesía de cerca de 7 kilómetros sobre dunas de arena suave y alta desde la carretera primordial.
La pequeña población de Cabo Polonio (poco menos de cien residentes permanentes) vive justo en las dunas de arena, las cabañas rústicas subsisten sin electricidad , sin agua corriente y sin Wi-Fi por elección. Los visitantes vienen acá para vivir un tipo diferente de experiencia en la playa: un sitio distanciado de todo, donde sus ojos pueden perderse en el pasmante oro de las dunas de arena de una forma y las olas del océano en la otra.
Posadas (posadas pequeñas), dos restoranes y una tienda de atestes, todos los que tienen generadores para generar electricidad, ofrecen lo bastante para una estancia agradable cerca del agua. Cabo Polonio asimismo es el hogar de una enorme colonia de leones marinos amigables .
6. La Esmeralda
Aunque La Esmeralda (La Esmeralda) recibe mucho turismo a lo largo del verano, el área continúa subdesarrollada, sin grandes hoteles y solo un restaurant alrededor. Todavía de esta forma, el balneario está medrando de forma lenta, y aunque en la actualidad hay cerca de sesenta residentes permanentes acá, hay prácticamente trescientos residencias, la mayor parte de las que son pequeñas casas de verano o bien cabañas que están libres para arrendar.
Las blancas y finas arenas de la playa de La Esmeralda se mezclan de forma lenta con extensas dunas cubiertas de árboles, arbustos y césped, una mezcla de postal de costas salvajes y sosegadas aguas azules, idónea para aquellos que desean su pedazo de paraíso radiante.
7. La Pedrera
Un pequeño pueblo ribereño que mezcla el encanto rural libre, deportivo y muy elegante, La Pedrera (una referencia a las muchas rocas en este tramo arenisco de la costa) se asienta contra un barranco verde y cubierto de yerba.
La Pedrera es un destino popular para los surfistas y amantes de la naturaleza , en especial por el hecho de que las sosegadas arenas acá no tienen mucha vida nocturna, lo que hace que el área sea idónea para familias y para aquellos que procuran relajarse.
Hay opciones limitadas de alojamiento y comida acá, y una gran parte de el entretenimiento se trata de reunirse cerca de las fogatas en la playa. La arena y el entorno rústico de las playas de esta zona atraen a los turistas que procuran algo diferente, y si bien la zona ha ido medrando en los últimos tiempos, prosigue siendo sobre un destino para escapadas marinas prudentes en un ambiente virgen.
8. Costa Azul
A solo cincuenta y cinco quilómetros de la urbe capital de Montevideo, Costa Azul es la escapada de playa idónea para aquellos que hallan las primordiales playas de la urbe un tanto demasiado frecuentadas.
La suave pendiente de la ribera hace que esta sea un área idónea para nadar , y los vientos y las olas son suficientemente suaves para que pueda gozar tanto del agua como de la arena a lo largo de todo el verano, mas asimismo es un destino idóneo para los principiantes de windsurf y kitesurf que procuran un sitio seguro para practicar sus habilidades. Asimismo hay un área reservada para deportes como voleibol de playa .
Justo al oeste de Costa Azul se halla La Floresta, otra urbe ribereña menos desarrollada mas que todavía ofrece grandes playas de arena blanca para aquellos que solo procuran un sitio para gozar del sol. Para aquellos que desean una vista abierta del Océano Atlántico, una travesía por El Cerro de la Virgen es ideal para poder ver el amanecer o bien ver ballenas nadando en la distancia.
9. Punta Ballena
Una pequeña península con doce quilómetros de playas ininterrumpidas que se abren de forma directa sobre el océano, Punta Ballena (Whale Point) está cerca de Punta del Este mas se siente como un planeta de distancia. Si bien el área está bien desarrollada, no ve multitudes tan grandes como las populares playas vecinas, lo que la transforma en un mejor destino para las personas que desean comodidad y servicios en un entorno más apacible.
Punta Ballenas es famosa por las grandes manadas de ballenas francas australes y orcas que llegan a la zona a lo largo del invierno y por los bellos barrancos que ofrecen grandes ocasiones para el ala delta .
Una atracción muy popular en la cima de uno de estos barrancos es Casapueblo , la vieja vivienda y taller del pintor y escultor uruguayo Carlos Paez Vilaro. Vilaro se inspiró originalmente en las casas blancas que salpican la isla de Santorini para el diseño de su casa, mas siguió edificando y expandiendo la propiedad hasta el momento en que acabó con trece pisos y terrazas diferentes. La edificación ahora es un museo y café y ofrece las mejores vistas de la costa de Punta Ballena.
10. Jose Ignacio
José Ignacio está a solo treinta minutos de la escandalosa Punta del Este y ofrece todo cuanto la playa de la jet set no ofrece: una península rústica azotada por el viento que está prácticamente desierta, salvo por unas poquitas semanas cada verano.
Esta cautivadora y ventosa urbe es tan pequeña que muchas de las calles están sucias; las que no lo son están repletas de muy elegantes restoranes, hoteles boutique y estudios de yoga para satisfacer a los turistas de toda Sudamérica que vienen acá desde el día después. Navidad.
El resto del año, este apacible pueblo de pescadores continúa prácticamente desierto. Si tiene la ocasión de visitarla a fines de la primavera o bien principios del otoño, va a ver un lado totalmente diferente de José Ignacio, cuando aun podría demandar toda la playa para .
Además de reposar en la playa para observar a la gente y venerar al sol, puede localizar el camino cara el faro local ya antes de regresar a ponerse los zapatos y explorar qué más debe ofrecer el pueblo. La equitación es grande acá, como los restoranes apacibles, con pasmantes vistas al mar, donde puede probar el renombrado asado local (una comida estilo barbacoa cocinada sobre una chimenea).
11. El Pinar Beach
Un balneario con un aire muy rural, El Pinar tiene la playa más blanca que hallarás en Uruguay, y si llegas temprano en el verano ya antes de Navidad o bien principios de marzo, lo más probable es que seas el único acá.
Aún mejor, esta playa está a solo minutos de Montevideo, con lo que si siente la necesidad de escapar de regreso a un tramo de costa más estruendoso y frecuentado, puede volver a la capital en cualquier instante.
El Pinar es una playa de dunas suaves y arena dorada y limpia sin rocas alrededor, idónea para clavar los dedos de los pies ya antes de pasear cara las sosegadas olas para nadar. Ciertos pequeños restoranes locales marchan asimismo como tiendas de alquiler de kayak, al paso que ciertos cafés y pizzerías ofrecen música en vivo por las noches.
El próximo riachuelo Pando está rodeado por un enorme y exuberante parque popular para los picnics.
12. Playas de Carmelo
El pueblo de Carmelo frecuentemente ha sido llamado «la Toscana uruguaya», un sitio donde la gente viene a relajarse, dar largos paseos entre los campos cubiertos de viñedos y gozar del apacible puerto deportivo y sus bellas parillas (asadores) y hoteles.
La playa de Sere en Carmelo tiene un encanto rústico, y si bien originalmente no era una de las primordiales atracciones de la urbe, se ha vuelto muy popular en las últimas 2 décadas. Esto se debe en parte a que Sere Beach está virgen y se sostiene libre de los desarrollos, el estruendos y las multitudes que aguardaría en las urbes más grandes.
La playa de Zagarzazú próxima, que se halla a riberas del Río de la Plata (Río de la Plata), está todavía menos frecuentada, y si bien el agua en sí no es la más clara (el río lleva sedimentos que hacen que el agua tenga un color cobrizo), es un preciosa vista cuando se pone el sol, cuando las luces rebotan en el río y le dan al agua un aspecto plateado.