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Nuestra autora le dio la espalda a su urbe natal a lo largo de mucho más tarde de graduarse de la escuela secundaria. Ahora ha regresado a Coblenza para un viaje corto y ha redescubierto por completo la urbe en la confluencia de los ríos Rin y Mosela mediante los ojos de un visitante.
Han pasado en torno a veinte años desde el instante en que me mudé de Koblenz. Primero a Mainz para estudiar, entonces a Roma y Hamburgo, ya antes de hallar por último mi nuevo hogar (permanente) en Berlín. A lo largo de todo este tiempo, pocas veces estuve en Koblenz, con lo que mis primordiales recuerdos se restringen a la niñez y la adolescencia, cuando verdaderamente no le das sentido a la belleza de tu urbe.
Verdaderamente me percaté de que Koblenz es totalmente digno de ver cuando retorné a mi urbe natal para un fin de semana largo y hallé cuando menos 5 buenas razones por las que una visita a la urbe en el Rin y el Mosela claramente vale la pena:
1. La localización de Koblenz
Confluentes Los viejos romanos bautizaron una vez la urbe, un nombre que se deriva de la localización de la urbe en la confluencia de los ríos Rin y Mosela. La urbe se extiende a los dos lados de estos ríos, con lo que prácticamente en todas y cada una partes estás cerca del agua o bien la miras desde arriba. Debido a que Koblenz se halla en las estribaciones de 3 cadenas montañosas bajas (Hunsrück, Eifel y Westerwald), el paisaje acá es bastante montañoso y muchas unas partes de la urbe están en pendiente.
Desde prácticamente todas partes se puede ver la Fortaleza Ehrenbreitstein, entronizada del otro lado del Rin, desde la que se tiene la mejor vista de la desembocadura del Rincón Alemán con el monumento al primer emperador alemán Wilhelm I. Aunque previamente solo se llegaba a la fortaleza a pie o bien en vehículo, un teleférico lo ha estado conduciendo desde el Salón Federal de Horticultura de dos mil once. Normalmente, la urbe se arregló con ocasión de este acontecimiento y también invirtió mucho en desarrollo urbano. Por poner un ejemplo, el castillo reluce con un nuevo esplendor, y puede caminar a lo largo de horas por los extensos paseos del Rin y el Mosela, observar navíos y comer en cervecerías al aire libre y restaurants.
Consejo: si toma el teleférico hasta la fortaleza Ehrenbreitstein, debe escoger un billete combinado que asimismo incluya la entrada a la fortaleza. Esta es la única forma de llegar a la enorme terraza mirador con una vista fantástica.
2. El casco antiguo
Vale la pena visitar el casco viejo de Coblenza, con sus numerosas plazas históricas y edificios de diferentes siglos. Lo mejor es sencillamente caminar por los abundantes callejones, descubrir fuentes, monumentos y también iglesias y dejarse llevar por la atrevida mascota de la urbe, el Pequeño descendiente escupir sobre ellos con agua. En lugares como Plan, Münzplatz, Jesuitenplatz o bien Görresplatz hay abundantes cafés y restaurants preciosos para todos y cada uno de los gustos, y puedes adquirir artesanías y otros recuerdos en pequeñas boutiques.
Consejo: desde el puente Balduin, que conduce desde el distrito de Lützel sobre el Mosela, se tiene una vista fantástica del casco viejo con la fortaleza Ehrenbreitstein en el fondo.
3. Las ocasiones de compra
Para una urbe de unos ciento diez habitantes, Coblenza tiene mucho que ofrecer en lo relativo a las compras: hay 2 centros comerciales en el centro, por una parte el Löhrcenter, que ahora es un tanto viejo, y por otra parte construido por exactamente la misma empresa y un año Forum Mittelrhein abrió sus puertas en dos mil doce en la plaza central de Koblenz. La oferta de tiendas es muy afín en los dos centros comerciales, hallarás primordialmente marcas de tendencia populares como H&M, Pimkie o bien G-Star como otras cadenas conocidas, como una selección de ofertas de comida y heladerías. Si busca más personalidad, la hallará más en las numerosas tiendas pequeñas del casco viejo.
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4. La gente
Vayas donde vayas en Koblenz, te sorprenderá la afabilidad. Los residentes de Koblenz son cálidos y abiertos y tienen algo de esa naturaleza un tanto traviesa que asimismo se afirma de los residentes de Colonia. Solo Renania. Y la gente de Koblenz asimismo ama su carnaval, o bien mejor: el Faasenacht, a lo largo del como no se escucha ni “¡Helau!” Ni “Alaaf”, sino más bien por unanimidad “¡Kowelenz Olau!”.
5. El área en torno a Coblenza
Los aledaños son prácticamente aun más preciosos que la propia Coblenza, con abundantes castillos, palacios y románticos pueblos vinícolas. Por consiguiente, claramente debe conjuntar una visita a Coblenza con una excursión, por poner un ejemplo con un recorrido en bici o bien, para los menos atletas, con un viaje en bote por el Rin a través del increíble Val del Alto Medio del Rin, pasando por el Castillo de Stolzenfels, el Marksburg, Katz. y el castillo de Maus y el Loreley. Abundantes distribuidores ofrecen excursiones de diferentes longitudes en los embarcaderos a lo largo del Rin.
La senda a través del val del Rin asimismo vale la pena en tren, con lo que lo idóneo sería conducir hasta allá por una parte del Rin y regresar por el otro para poder ver todo lo que es posible. Ventaja: Puedes bajarte donde desees y asimismo visitar un castillo. Asimismo hay excursiones y una preciosa senda en tren a lo largo del Mosela. Singularmente en otoño hay abundantes festivales del vino en pueblos vinícolas como Winningen, Dieblich o bien Kobern-Gondorf.
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